La canguro: la persona que cuida a los niños durante la ausencia de los padres.
El camello: la persona que vende drogas en pequeña escala, comprándolas a grandes narcotraficantes, y revendiéndola a los consumidores sacando crédito monetario de ello.
El caballo: la heroína.
El burro: un perchero con rueditas.
El mono: síndrome físico de abstinencia a la heroína u otras drogas generadoras de profunda adicción.
Salir rana: salir malo, que algo que parecía de buena calidad al final no lo sea, o que una persona que parecía de confianza termine no siéndolo.
Montar el pollo: armar un escándalo, un gran reproche, generalmente ficticio o profundamente exagerado, respecto del error que otra persona cometió.
Ser mono o mona: ser bonito o bonita, ya sea físicamente o en lo relativo al don de gentes.
Marear la perdiz: darle demasiadas vueltas a un asunto en lugar de ser claro y conciso.
Estar pez: estar perdido respecto de algo, poco enterado, sin demasiada idea ni noción.
Dormir la mona: dormir profundo luego de un gran estado de borrachera.
Estar al loro: estar activamente atento a algo, y tener cuidado y precaución si son requeridas.
Pagar el pato: terminar pagando por las consecuencias de algo en lo que uno no está involucrado.
Buscar los tres pies al gato: buscar constantemente el defecto o el error en algo que, la mayoría de las veces, no es defectuoso ni erróneo.
Estar como una cabra: estar loco o loca.
Estar perro: estar perezoso.
Estar como un toro: estar fuerte.
Quedarse pajarillo: tener frío.
Ser chinche: ser un tipo de persona que disfruta molestando a los demás.
Ser un merluzo: ser tonto.
Ser un pulpo: tocar en exceso a la gente, al punto de incomodarlas.
(¡Muchas gracias a Mariano Lozano y Laura Álvarez por los aportes!
Solo he publicado las expresiones que desconocía en Argentina.)