- No tengo ni deseos ni miedos - declaró el Kan -, y mis sueños están compuestos o por la mente o por el azar.
- También las ciudades creen que son obra de la mente o del azar, pero ni la una ni el otro bastan para mantener en pie sus muros. De una ciudad no disfrutas las siete o las setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya.
Fragmento de Las Ciudades Invisibles, de Italo Calvino.
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