Antes de emprender mi viaje, estada demasiado ocupada teniendo miedo como para poder despedirme de mi vida y aceptar que ya no volvería a ser la misma, bajo ningún punto de vista.
Sin saber si volvería a Buenos Aires o no, aún si volviera, y volviera a vivir en la misma casa con la misma dirección, el mismo piso y el mismo departamento, no sería el mismo lugar.
Aún si volviera, mi gente amada no sería la misma gente, ni mi manera de amarlos sería la misma tampoco.
Aún si volviera, y volviera a trabajar en los mismos puestos con las mismas ocupaciones, mi trabajo no sería el mismo.
Buenos Aires no sería la misma, a partir del momento en que la deje.
Si volviera, no volvería a ser la misma, yo. Y si no volviera…
…(ya se sabe)
No me di cuenta antes de terminar de guardar mi antigua vida en cajas y tomar el avión, que emprendía un camino sin regreso.
De modo que volver no será volver. Porque mi vida, así, tal como yo la conocía, ya no existe.
Me conmueven tus artículos.
ResponderEliminarEncima, en octubre voy a conocer Barcelona.
Cariños
Elisa